NO HAY ADVERTENCIAS

No cesaremos de decepcionarnos, de a veces querernos y a veces tener que preguntar para saber cómo se hace. Tal vez nunca sabremos lo que creemos que sabemos y no terminaremos como siempre, preguntando. Las respuestas sólo traerán nuevas preguntas. Aquí. Sola en lo solitario de las horas estúpidas y de los días ya muertos. Esperando que regresen los secretos no ocultos y que regreses con ellos como un rumor que se escapa. Prometo regalarte la peca de mi pecho y recuperar los otoños, eras los lunares y la sonrisa blanca. Siento que estas en el lugar hacia donde emigran mis sueños y me envías desde allá besos con forma de nubes. Extraño tu lado cuando busco en el cielo figuras parecidas a mis días. Historias por contarte mientras mueren nuestros ojos en la noche y se escapan tímidamente, entre los labios y la luz, palabras que también van muriendo. Apenas quedan letras temblando. No tengo nada para soñar si te tengo. Los besos, los besos. Esperar que estés aquí, que no desaparezcas, que te inventes un lugar donde habitar a mi lado, que te quedes abrazado como si tuvieras miedo, que me quieras como si no estuviera, que la sombra de tus ojos opaque las luces mías.Te costaba mucho acostumbrarte a mí y dejar que mis palabras acariciaran tu guitarra y sentirnos universo. Callarte con un beso sepultado en tus labios, solitarios y espontáneos. Aquí extrañar es una utopía y así lo hago. Esperar que tu pelo se desenrede de todos los vientos que me tocan y dejar de humedecer mi alma en la ausencia de la humedad de tu cuerpo. Llegaré hasta donde no has legado mientras mantengo mi mirada en la ventana cerrada y en las hojas camicaces de la naturaleza, en mí, suicida de lo que no te llevaste contigo. Mantengo lo que perdiste algún día por casualidad, una conversación, una confesión, una cara amarga o un sueño. Regresar por mí, imposible, por lo tuyo, no estarías demasiado cuerdo.