LA MUERTE SABE A SPAGUETTI

La noche comienza a tomar cuerpo y me dices que nunca vale la suficiente pena para hacer nada, sobretodo lo que se quiere hacer. Ni siquiera la rutinaria aventura de asomarme a tu alma y caer a la sombra de un espagueti, dime dime dime que esto es verdad, para no tener que llorar y empezar en este instante a ser feliz.No pertenecerás a pasado porque nunca el pasado está fuera de mí, pero tengo miedo de tu ausencia, más que de tu presencia, porque lo ausente es superior a mí. Te ha costado hasta saber qué sientes, porqué te la pasas fijándote en ti mismo y en la agenda que ocupada, te reemplaza el perfil. Pobre del feliz que fuiste y de las sombras que quedan en mi alma y solitas se estremecen. Me encantaba el misterio de tus dientes, aunque probablemente allí se escondía la hipocresía de tus besos. Me gustabas tanto como saber de la muerte, y el solo hecho de que me gustaras de esta forma, sé que te tendré que recordar.Cuando hablas no puedo estar conmigo, no puedo estar de este lado porque siemprepensé que el mío debía ser allá. Dejemos lo que queremos ser en el pasado, ni siquiera al borde de la cama, que siempre ha pertenecido a las raíces del ayer.No hay ninguna razón para que halla incomodidad, pero no es incomodidad lo que hay.