No sé porque me gusta la noche. En la noche la gente escribe y uno se pregunta más cosas, escucha música con volumen altamente censurado y siente la respiración del computador. No sé porqué, la verdad, pues, el asunto de la noche. Hoy es uno de esos días en los que la sensibilidad se gradúa por los sentidos cuando mis particularidades se basaban en el instinto de cualquier bípedo. Además es un desvelo oscuro que aparece después de un buen libro junto a la ridícula sensación de que por razones distintas a un apellido, mis publicaciones seguirán en un blog gratuito. Eso por la magnitud del autor anteriormente leído, que a propósito no mencionaré porque todavía me da verguenza.

Comentarios

  1. nada cuesta mas que lo que se da gratis..un ragalo propio de liberacion, y aunque tenia olvidado este espacio me alivio saber el hecho que ahi estara siempre para darle un respiro a mi alma atormentada.

    Solo con el sonido de lechuzas fisgonas de ojos penetrantes y brisas frescas que se cuelan por las uniones de las ventanas listas a morder nuestra medula y llenarnos de pasion en formas de figuras conocidas es que podemos dejar libres todas las ideas que juguetean dentro de nuestros craneos mientras mordemos una cobija.

    psdt: este de abajo es el comentario escrito en cristiano--
    me encanta leer lo que escribis y no se porque (esa es la mejor parte)

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sin peligro de asesinato

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