CONFUSIÓN

Si es querer lo que hay, entonces no hay querer suficiente. Desconfianza a mis letras, una peculiaridad de que alguien se asome otra vez sin ser invitado, o invitándolo demasiado, o quien sabe. Me intranquilizan (que palabra) últimamente mis decisiones, impuestos que quiero pagar por no poder dejar de pensar en terceros, y ponerlos en el primer puesto de mi cabeza cuando desde la misma circunstancia su posición natural es de 3, no de 1. Me hubiera gustado ser un poco más villana, más descortés si es el caso, no pensar en corazones que no están puestos en mi cuerpo. Pero no soy ni vil ni protagonista, sólo débil a las tormentas. Ahora me viene un recuerdo: muy de pequeña mi padre me abrazaba cuando habían truenos, debe ser por eso que ante esos avisos apocalípticos del cielo, ante tormentas que se vienen, ante juicios de otros, me gustaría estar más que acompañada. Hoy me abrazo a mi misma, a ver si puedo regalarle calor a este frío y desalentado cuerpo. La esperanza: mañana será otro día y hoy, será ayer.

Comentarios

Entradas populares