EL SÍNDROME DE LA MUJER MARAVILLA

Me quedé dormida en la almohada que cobijaba el sueño de quererte más cerquita. Es Junio como cualquier 6 de cualquier año, según las estrellas época de gemelos, según yo medio año, según vos menos tiempo, según el contexto nada, simplemente junio. Recorto palabras de revistas que me gustan, las palabras, no las revistas. Palabras como "revelación" y "cobardía". Un psicoanálisis ahora vendría bien pero está tarde, tarde me refiero por el desvelo. Mañana no te veré, eso a veces pasa, que no te pienso y por lo tanto no te veo. Pienso luego existes. Monitoreo un poco el recuerdo de la última vez y aunque fue pronto quiero otra. Te odio cuando ocupas demasiados minutos en mi cabeza, cuando podría pensar en verme una película con el alguien más que me atrapa lentamente sin que se den cuenta los pelirojos, que a veces se ocupan demasiado. No me quejo, yo no tengo minutos sino a esta hora, y los ocupo en asuntos que ya ni me pertenecen, están fuera de lo que puedo controlar. Mañana decidiré si veré esa película para no sentirme tan mal con los ángeles de afro. Jack Nicholson está en el T.V, la almohada tiene mi huella, es junio, mi hermana recorta otra palabra: "soñadora", pienso que definitivamente volverá a pasar no importa el color de pelo, Caifanes cantan que algo se lo llevó el viento, la inestabilidad eterna me vende la libertad como un pasado que dejé volar depronto. Una llamada perdida, un mensaje no recibido, un correo de voz borrado, un "por qué" que no encuentro entre los recortes de revistas así como no encuentro respuestas de eso en mi cabeza, un vomito cerebral con ganas de nada y de todo, la idea desvestida de perder la química paulatinamente, la tentación de apostar por otra boca, otra cabeza, más llamadas, más tiempo, menos indiferencia, más conversación, más películas, más jack nicholson, más almohadas, mejor dormir. Al parecer como lo dije aquel día en que ubicaste los labios mal ubicados, aprendí que alguien me gustaba de más, pero también sé, que puede gustarme de menos, en poco rato. Flota un sueño, a esta hora me gusta hablar nada. Mucho gusto Natalia, ¿no te gusta mi nombre? a mi tampoco me gusta el tuyo, debe ser eso lo que no funciona, la etimología de un puto saludo.