EL SÍNDROME DE LA MUJER MARAVILLA

Todo es un gran juguete del universo, un imperio que no se puede odiar, la exuberancia, el exceso, el optimismo literario, el humor erótico. También yo soy un juguete del cosmos y se siente bien. Soy amante a la sinceridad, a la prisa sostenida y a la creación repentina. Vacilo, como he estado haciéndolo toda mi vida, encontrando la expresión más espontánea de mi ser, en la literatura a veces sucia, llena de significados en los espacios entre letra y letra, buscando amor en todas las obras de arte del mundo. También fumo, bebo, pinto tonterías y cocino.