Soledad empieza por I


Dile buenos días a tu soledad de mi parte.
Me han confesado que estás un poco enamorado de ella, que te gusta cómo te gustan las poesías que por antiguas no generan identificación y por complicadas, desconcentran.

Te gusta la soledad como la ambición por tener bajo control todas mis pecas, extendidas en mi piel, sólo por no decir que te gusta saber donde baila esta carne que me cubre, con una excusa que lo vuelve todo bonito.

Dile a tu soledad que te elija también, para que no se sienta como condición sino como decisión. Dile que hay alguien que le escribe, para disfrazar el hecho de que te escribo, dile a ella que definitivamente es una mujer increíble, que por la ausencia se parece un poco a tu madre, y en este caso perdemos todas las mujeres.

Dile que bendita sea su prudencia, habilidad de pocas, habla cuando tiene que hablar, y cuando lo hace pareciera ser elocuente. Dile que mi admiración es porqué es intelectual, inteligente, interesante y todos los piropos que empiezan por I, incluyendo inoportuna.

Dile que te abrace en las noches, como seguramente lo hace, que te ponga música en los oídos, te acompañe a cocinar, te celebre los logros y no le moleste el canal de fútbol. Ella es Increíble. Dile buenos días a tu soledad de mi parte. Me han confesado que te hacen falta unos besos reales, un abrazo de pronto, una discusión sin silencios, leer en voz alta y que alguien te escuche, que te recorran la piel y sientas que no es aire, que a contraluz, en las mañanas puedas ver una sombra que viene con cuerpo, en la ventana, fumando tal vez un cigarrillo de esos que tu soledad seguro no enciende. Dile que buenos días a tu soledad de mi parte, que no quería interrumpir, porque interrumpir es otra de las virtudes que seguro ella tiene, que más que empieza por I, como Impotencia.

Comentarios

Entradas populares