Des-aliento

Reparar, restaurar, reconocer, revisar. Todo plantea en la palabra misma una segunda oportunidad. Admiro la capacidad de volver a empezar. Que escasa. Desalentada, desforzada, debilitada, desesperanzada. Con el esfuerzo silencioso, los talentos destruidos, la autoestima condenada y la idea de sentir que la monstruosidad me habita por defecto para quien así me mira. Tratando de evitar la idea de entristecerme de más, queriendo quedarme para ver el acto, hasta que muere el protagonista o lo hacen morir, porque ya está avisada la tragedia y solo quedan esas dos opciones. Confiar, el nuevo tesoro. Perseguida, condenada, vigilada, cada momento es revisable, nunca la verdad estará completa, el vicio de mantener la herida abierta para tener en qué gastarse la sal. Sin ánimo, sin ánima.