Saudade

Un atardecer casi mediocre, una música de olas a la distancia, el aire que te toca la cara retando la última sensación de la sexualidad, la espectacular sensación de sentir que no eres de ningún lado y que todos los lados del mundo vienen siendo tu mismo. La excesiva sensibilidad del ser, la mirada cansada del caos y al mismo tiempo agradecida por lo sereno, lo tranquilo, lo que se parece a paz, que siempre es el mejor estado del alma. La piel que se conecta con lo que estas viviendo, el roce de una madrugada donde no hace frío, la necesidad de estar contigo mismo a través de otros, la conexión con lo inexplicable que se parece tanto a la infinidad del verdadero cielo, la meditación pausada, la calma, la deliciosa y sensual calma. Viajar, así sea tomar una maleta a la vuelta de tu ancestral civilización, es la verdadera sublimación de las necesidades fisiológicas humanas. Tráeme madre tierra más gente del mundo, más almas vagabundas y filosóficas, más conexión contigo, permíteme renunciar a lo que no es natural, la coherencia y la congruencia del ser es mi infinita causa, conectame con lo profundo a través de territorios y almas por explorar, déjame ser una ola que viene y va sin prenderse a nada, sino a la naturaleza de ser uno mismo.

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sin peligro de asesinato

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