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Es jueves y saludas como si no durmiéramos juntos. Tienes los huesitos de los lados marcados y una cara de cansancio que por más que descanses no se te quita. Te retiras de las sábanas y pienso que son otros recuerdos de prohibiciones tercas. Cuando seas joven otra vez te estaré esperando. Mientras tanto harás volver los brazos incansables y las caras amargas en supervivencia. Alguien me dijo que te irías más pronto que antes, y lo pienso cuando dejas las sábanas a medias. La luz no volvería sino hasta un rato, podrías abrazarme para entonces pero es demasiado tiempo en un solo lugar, entonces me quedaré sola. Estarás imaginando la ridícula invención de mi espíritu como si no tuviera otra forma de recordarte, tengo latente la pulsión de tenerte cerca y te imagino pronto. Pero te me vas con la constante idea de que ya te fuiste una vez y sin preámbulos innecesarios volverías a hacerlo. Te creo, ya no escuchas las llamadas perdidas y te comunicas desde donde no lo sabes, porque nadie debe saberlo en ningún medio de comunicación por si algún registro indeseado. Me saludas así como siempre, como si no hubiera pasado nada y al fin de cuentas no hubiera un poco de historias en los kilómetros por recoger. Te retengo en la pupila de mi recuerdo y te mantengo en la escultura de las piezas del rompecabezas que aún hoy no comprendo. La ilegalidad te persigue los pasos y tú le huyes a los verdaderos besos, a las formas sinceras. Así es cuando te transportas en ruedas de oro, en pecados inoportunos y en pasados que jamás hubieras deseado recorrer. Llegando lejos en aviones que siempre te gustaron o llegando lejos en la paciente necesidad de quedarte, pero en la creciente llamada perdida de tu consciencia. Necesito que vuelvas con las formas que dejaste antes de irte, necesito que regreses con las ganas de un abrazo sincero, necesito que seas el soldadito que siempre deseaste, el Scar face de las sábanas, te necesito así sin mucho por pedir, sin balas de juguete, sin actitud de supervivencia, abrázame un poco, pídeme lo que quieras, regresa para nunca, que yo sé que algún día te irás en menos de un siempre.